Aullido de radiopatrullas, miradas con odio en el bando de los criminales, ojos espantados en la reina de belleza de Baja California. Ella pasa de inocente a culpable sin cometer delito, sólo por el error inevitable para cualquiera : equivocarse en hora y lugar, con lo cual resulta imposible saber quiénes son policías y quienes ladrones, ambos intercambian roles, alternando disfraces, juego de máscaras, gorra de aparente obrero, quepis e insignias de general del ejército mexicano. Hay respectiva secuencia de esos asesinos semidesnudos en la cual queda al descubierto su hermandad, a pesar de la distancia. En medio miss bala, sin buscarlo, sin proponerse, sin querer. Ella llegó al lugar del casting para ser reina en Baja California, de repente la balacera de rigor, los muertos y las muertitas. Sobrevive la reina, gana la corona y queda atrapada entre el general mafioso y el civil igualmente.
Aullido de patrullas, prisionera entre caótica violencia, prisionera de veras desde el principio hasta la última escena, donde sueltan a la reina ¿quiénes?, libre pero bien esposadas ambas muñecas, engrilletada y sin corona, en medio de una calle desierta. Para mi gusto, esa escena es la mejor porque vi en ella una imagen transparente de la violencia actual en Mesoamérica, ese territorio desde México hasta Colombia. Es una violencia sin desperdicios, con derroche de fiesta cruel. Imagen de violencia muy nuestra, diferente a otras, me parece un precioso detalle para mirar miss bala.
No me gustaron esos personajes que salen sobrando como familia de la futura reina; no me gustaron las balaceras a lo rambo , pura devota retórica de las viejas gringas de vaqueros. No me gustó el desaliño en algunos puntos de la historia que se quedan sin desenredar. Señalados estos fallos, miss bala es más que una mera película de acción, más bien es una notable metáfora de nuestra violencia mesoamericana, cotidiana, interminable y letal. Es también una entretenida didáctica de eso que los sesudos dan por llamar combate al crimen organizado con casi 50,000 muertos en México. En fin, una buena instantánea recién estrenada en este 2011. Como la crítica de cine tampoco es cuestión de expertos, mi opinión es que miss bala vale tirar una hora y más a la pantalla. Yo la vi en tele, pirateada y no me arrepiento. El núcleo de mi crítica es que a veces los cineastas mexicanos se echan una buena película.
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