sábado, 6 de octubre de 2012

Ganen dinero, damas y caballeros, apostando por un premio Nobel de Literatura

Estamos a un par de días que la Academia (existen tantas academias) anuncie nombre del afortunado  premio Nobel de literatura 2012, con su diploma más un millón de dólares, aparentemente libres de cualquier sospecha.
Pero la suspicacia surge  por las apuestas, como si estuviéramos en tramposo juego de naipe. Hoy sobramos los convencidos de vivir en un casino, donde cabe cualquier premio por muy sueco que sea. Por supuesto que hay garitos legales e ilegales. y uno de esos legales en el ilimitado espacio de internet es Ladbrokes, la casa de apuestas con edificio en Londres donde se puede jugar a todo siempre y cuando cash en mano.
Como ya les conté el año pasado, Ladbrokes también abre sus apuestas hacia la literatura, ese mundo superior de la belleza, las musas griegas (ya tan devaluadas), con espíritu de poetas sagrados cuyo canto se supone de gracias. Mejor dicho, se suponía hasta que llegó Ladbrokes echando suertes. En este momento todos podemos ganar dinero, no sólo el literato premiado. Apuesten por uno, dos, cinco candidatos. Jueguen al azar. Pueden ganar miles de dólares con una quiniela más sencilla que una carrera de galgos.
Pero siempre aparecen las suspicacias, por ejemplo, uno se pregunta quien les dio la lista de 110 concursantes a a los del casino londinense. Por qué tantos aspirantes, mucho más que en cualquier reality show. O de repente el premio Nobel se ha vuelto parque temático multicultural  sin que uno se haya dado cuenta. Y si eso sucede en la alta cultura, que cosas estarán ocurriendo en la plebeya, pues sin duda ambas están mezcladas como se muestra con las obra pictórica original que hoy decora mansiones californianas de narcotraficantes.
Para entrarle al dinero, voy a entresacar del listado, los nombres de cinco probables ganadores, aunque personalmente no apostaré por ninguno, porque todos ( los 110) son maluchos, igual que en años recientes.
Primero los excluidos por default :  todos aquellos que tengan apellido que suene a español, pues ya le dieron dinero a Vargas Llosa y no se vale repetir. Aquellos con algún estigma religioso, sea por islamofobia o antisemitismo. Los nacidos en idioma demasiado periférico para  el escenario mediático, como el espanglish, swahili, lengua gitana, aymara u otro marginal. También está excluido Dios, autor de la biblia, por razones divinas. Hago la salvedad que Dios no aparece en el extenso ranking de Londres pero fue propuesto por un fan.
Ahora sí les colocaré 10 escritores (misoginia incluida) uno de los cuales ganará el anhelado  millón, aunque también estén algunos en condición dudosa. El orden de probabilidad es distinto al que ofrece Ladbrokes pero todos salieron de su tragamonedas:

Adonis  (dudoso, pero de Siria)
Bob Dylan (dudoso, USA)
Philip Roth (USA)
Cormac McCarthy (dudoso, USA)
Thomas Pynchon (USA)
Don De Lillo (USA)
Haruki Murakami  (dudoso, Japón)
Amos Oz (dudoso, Israel)
Milan Kundera (República Checa, ciudadano francés, dudoso por traición política)
Claudio Magris (Italia)

Por supuesto que me puedo equivocar completamente, de manera que no me tomen en serio ni se les ocurra echarme culpa por perder. Eso les pasaría por codiciosos.
Lo único interesante de todo esto  es que Ladbrokes anticipa la lista. Ahí puede estar ( entre 110 candidatos es casi seguro) el brillante premio. Se acabó para siempre jamás, damas y caballeros,  el misterio de la literatura. Todo se hace transparente, visible. Todo aparece resplandeciente y vertiginoso en el juego de la ruleta, que también es un arte según los nuevos códigos.